19 de febrero de 2012

El Castillo de San Felipe de Barajas, en Cartagena de Indias

23102011443Sobrevuelan zopilotes, garzas y palomas sobre el llamado Centinela de Cartagena de Indias, en Colombia.En la entrada hay una escultura dedicada a un personaje que debería ser reconocido por todos en la historia de nuestro país y que, sin embargo, sólo conocemos los frikis de la historia. el Almirante Blas de Lezo y Olavarrieta, que aunque sólo fuera por que las batallas por España le dejaran cojo, manco y tuerto ya debería ser conocido. Y no, no lo es.

Y es aquí, en la preciosa ciudad caribeña de Cartagena de Indias donde se puede reconstruir con asombro alguna de sus gestas, olvidadas por su país y ninguneadas por los enemigos de entonces. Pero Blas de Lezo es sólo una de las piezas del rico engranaje cultural, histórico y emocional que uno disfruta al visitar el Castillo de San Felipe de Barajas. 23102011444La audioguía, de la compañía Tierra Magna, es sencillamente magnífica. Y es la ayuda imprescindible para entender dónde nos hallamos y cuál es su significado.

Estoy en Cartagena de Indias, denominada la Heroica por su temprana rebelión contra España, y una enorme bandera colombiana ondea en lo alto del Castillo de San Felipe. El Castillo está en las afueras por lo que lo mejor es tomar un taxi, que sale por muy poco dinero y llegarse hasta aquí en apenas unos minutos. Hace un calor húmedo que reconoce enseguida cualquiera que haya visitado esta zona del mundo.

Me ofrecen un sombrero por unos pocos pesos colombianos; seguro que me engañan pero merece la pena. Con la entrada te dan la audio guía que he mencionado anteriormente y, ascendiendo a través de una rampa en zigzag se entra en la antigua fortaleza, por su parte de atrás, y entonces comienza el disfrute. (Información, aquí: http://www.fortificacionesdecartagena.com/es/castillo_san_felipe_barajas.htm).

DSC01413Cartagena de Indias fue fundada por un conquistador español, Pedro de Heredia, en 1533 y enseguida se convirtió en un enclave estratégico para el comercio de España con las Indias.

Por esa razón, la ciudad fue fortificada y contaba con hasta tres castillos defensivos para protegerse de los piratas y corsarios ingleses y franceses.

De hecho, el Castillo de San Felipe de Barajas (nombrado así en homenaje a Felipe IV) es el último que queda en pie (y el más grande de América): uno lo destruyeron los ingleses y otro… bueno, pues los propios cartageneros.

23102011466La fortaleza es imponente y no hay demasiados visitantes, con lo que es muy cómoda su visita. El castillo vivió varias épocas, con ampliaciones casi todas ellas. Y la visita comienza en el castillo antiguo, aquel comenzado a construir por el gobernador Pedro Zapata de Mendoza. Y aunque la construcción del castillo de San Felipe se suele asociar a una duración cercana a un siglo (entre 1536 y 1657) es la construcción de la fortaleza antigua la que más llama la atención pues se realizó en un sólo año, en lugar de los cinco más o menos habituales.

23102011445La urgencia que llevó a Pedro Zapata de Mendoza a construir el castillo antiguo entre 1656 y 1657 tenía que ver con la amenaza creciente de las poderosas Francia e Inglaterra y por ello contó con toda la mano de obra esclava que pudo encontrar.

Esclavos norteafricanos (Zapata mismo era comerciante de esclavos) dejaron su vida construyendo con rapidez esta fenomenal fortaleza en el llamado Cerro de San Lázaro.

Y hacia allí nos dirigimos (por cierto que Zapata también fue artífice de una de las obras más grandes del Imperio Español en América, el Canal del Dique sobre del río Magdalena).

DSC01416Pasamos en primer lugar ante una escalera metálica de color rojo. El acceso a esta fortificación estaba regulado como era de esperar y esta escalera de destruiría si el enemigo se hacía con la fortaleza.

La escalera accede al piso superior del castillo antiguo, pero antes de llegar a él nos deleitamos con las vistas que se ofrecen de la ciudad desde este punto. Los elevados bloques de hoteles y apartamentos de la zona de Bocagrande y del barrio de Getsemaní se quedan fijos en la retina mientras nos mencionan la existencia del Hospital del Lazareto.

23102011449Se trataba de una instalación aislada en la que se recluían a los leprosos en la antigüedad (y a otros afectados por otras enfermedades infecciosas).

Los médicos no los atendían por lo que eran encerrados, muchas veces sin ningún tipo de tratamiento, en estas instalaciones.Los diferentes historiadores sitúan a decenas e incluso más de un centenar de leprosos durante los siglos XV y XVI en el Hospital de San Lázaro o Lazareto, que se ubicaba en el barrio antes mencionado, el de Getsemaní y que desapareció por suerte hace muchos años.

23102011455En este momento accedemos a la fortaleza antigua, ascendiendo por unas escaleras. En ella tendremos la oportunidad de valorar cómo en un espacio triangular tan pequeño tienen cabida un almacén de pólvora, un aljibe, un cuartel para la tropa y 4 garitas de diferentes estilos artísticos en las esquinas para que los centinelas pudieran observar la llegada de naves.

El cuartel se denomina Casa del Castellano y a día de hoy es una tienda de recuerdos. El castillo antiguo también contaba con un tendal para descanso de los soldados y almacén de armas así como con una espadaña que recuerda a la de las iglesias castellanas. Aquí colgaba la Campana de Rebato que se utilizaba para avisar a la población de peligro inminente. La batería de 8 cañones defendía suficientemente la fortificación.

2310201145623102011457De hecho, los defensores debían contar con al menos cuatro armas imprescindibles para no caer abatidos: pólvora en los cañones, agua en los aljibes, mosquitos en los pantanos que rodeaban el cerro y la propia valentía de los hombres.

De hecho, es aquí en el castillo antiguo donde te cuentan lo que sucedió el 20 de abril de 1697. El castillo antiguo resistió varios intentos de asalto a lo largo de su historia, pero no pudo con los franceses del Barón de Pointis.Así que uno se sienta tranquilo con el sonido de fondo de los pájaros, mirando hacia el mar desde una de las garitas y comienza a escuchar cómo un hidalgo vasco novel, Juan Miguel de Vega, fue el último defensor del Castillo en aquella fecha, momento en que ejerció como castellano de la fortificación… por un día, hasta que murió de un balazo.

23102011452 23102011453

La historia se cuenta maravillosamente en este tratado del Instituto de Historia y Cultura Naval (http://www.armada.mde.es/html/historiaarmada/tomo5/tomo_05_18.pdf): “No era el Gobierno; no era el Rey de Francia el que lo costeaba: partió la iniciativa de una compañía sociedad de armadores, que calculaba resarcirse de los gastos, obtener beneficios con alguna empresa de entidad por el estilo de las acometidas tiempo antes por las grandes compañías inglesa y holandesa de las Indias; sólo que, falta de los recursos que aquéllas tenían, interesaban al Estado como partícipe por el concurso de material en naves, artillería y pertrechos.

DSC01414Otra particularidad notable consistía en hacer causa común con los flibusteros de las Antillas, teniendo en cuenta la práctica de éstos en olfatear la plata sus métodos para transvasarla, más de que, con la asistencia de hombres aclimatados, curtidos, conocedores de los lugares, provistos de naves y de armas, se podía reducir en doble número la recluta de bisónos, en mucho el acopio de raciones de transportes en que conducirlas.

Llevados término los preliminares, quedó, pues, instituida una extraña asociación temporal de comerciantes piratas, honrados con la participación del soberano, mediando compromisos escrituras por las que los flibusteros se reconoció derecho la décima parte del primer millón ganado, la décimatercia de los sucesivos. De dónde habían de salir los millones no se discutía: de Veracruz, que ya estaría repuesta de la sangría de 1683; de Portobello, feria donde cargaban los galeones;  de Cartagena, centro del comercio de Perú en el Atlántico; el lugar importaba poco, hasta convenía que no se divulgara en Francia, dejándolo elección de los experimentados espumadores de la mar.

23102011459Salió la armada de Brest principios del año 1697, señalando como punto de reunión la isla de Santo Domingo, allí concurrieron siete navios de 60 84 cañones; 10 fragatas, transportes; una bombarda grande cuatro menores, las primeras de la especie que se veían en Indias, con un total de 4.000 hombres de mar guerra, al mando del almirante Barón de Pointis, que pasaba por persona de energía y de actividad.

23102011480Los flibusteros aprontaron ocho fragatas con 1.600 hombres, gobernados por Mr. Ducasse, el jefe que reconocían en la isla, no sin rozamientos asperezas llegaron formar acuerdo, decidiendo fuera Cartagena el objetivo de la jornada.

Cartagena, plaza fuerte con excelente puerto; ciudad de 2.000 vecinos, los más mercaderes; centro de contratación del comercio del mar del Sur, donde se liquidaban los cambios hechos en la feria de Portobello, se formalizaban los registros de galeones se despachábanlas flotas de Tierra-Firme, era considerada llave de las Indias por la fortificación, aunque en ella hubiera, como en las más de las poblaciones americanas, no pequeña parte de aparato teatral. La boca del
puerto estaba defendida por un castillo de cuatro baluartes con 33 cañones; formidable barrera en apariencia del que no supiera que la artillería estaba montada sobre cureñas de cedro sin herraje, que la guarnición se componía de 15 soldados que no había en almacén víveres de ninguna especie
.”

23102011450Piratas caribeños y franceses corsarios bombardearon el Castillo de San Felipe y terminaron con todas sus defensas. El Barón de Pointis terminó celebrando un Te Deum en la catedral de Cartagena y haciéndose con un tesoro monumental.

23102011464Cuando marchó de la ciudad, dejando atrás a un buen número de filibusteros engañados y antes de que las fiebres consumieran a sus hombres (murieron más de 800 franceses), aquellos se vengaron de los pobres cartageneros arruinados dejando claro que los piratas no son las figuras que aparecen en los cuentos ni películas de Disney. Curiosamente, Luis XVI devolvió con magnanimidad alguna de las piezas de plata robadas a las iglesias cartageneras.

El tesoro que se llevaron franceses y piratas fue enorme, dicen que el mayor de la historia, y no todos los autores se ponen de acuerdo en la suma total del mismo. Así que un poco abatidos por la historia que nos acaban de contar (en la que se reitera que se atacó Cartagena por considerar a sus habitantes vagos y poco afectos a su rey), nos detenemos ante los inmensos muros que conforman la fortificación.

23102011460Éstos son fuertes y altos y se caracterizan por estar construidos en la piedra coralina de la zona, que ha sido objeto de sucesivas restauraciones con el tiempo. Todo el castillo, así como los baluartes que aparecen en el resto de la ciudad, están construidos con ella, dando un aspecto homogéneo al conjunto.

La historia del Barón de Pointis es de derrota, pero la gran hazaña que también se vivió en el Castillo de San Felipe de Barajas merece la pena contarse. Es aquella protagonizada por Blas de Lezo, el guipuzcoano que antes de llegar a Cartagena ya había perdido una pierna y un ojo y tenía un brazo inútil. Almirante “Patapalo” o “Mediohombre”, así le denominaban sus enemigos (también algunos de sus compañeros) y la verdad es que tenía un Currículo militar intachable.

23102011447Sin embargo, en abril de 1741 tuvo que hacer frente a un imposible que hábilmente transformó en posible. Y eso que terminó herido de muerte después de la batalla; batalla en la que los españoles y milicianos cartageneros eran superados por 7 atacantes por defensor.

Luchaban contra la flota del Almirante Vernon, un experimentado general de tierra pero menos bregado en la mar, recién llegado de tener un éxito en el saqueo y destrucción de Portobello, en Panamá (de lo que viene Portobello Road, donde el mercadillo londinense) y lanzado en pos de Cartagena de Indias.

23102011461Navíos, fragatas y embarcaciones hasta sumar 186 barcos. Dos mil cañones, treinta mil hombres (ingleses, americanos al mando del hermano de George Washington y esclavos africanos). Frente a ellos apenas tres mil soldados y seis buques que serán hundidos durante la contienda por los españoles para impedir entrar a los ingleses por la bahía.

La cosa está tan mal que Vernon, envalentonado, envía un correo a Inglaterra anunciando su victoria. 16 días de bombardeos y mientras tanto De Lezo construye un foso en torno al castillo para evitar las escalas y una trinchera en zigzag para impedir el paso de los cañones enemigos. Además, filtra a dos espías con intención de crear confusión.

23102011451Los ingleses se acercan a cientos al Castillo de San Felipe de Barajas, pero son acribilladlos a balazos y huyen hacia la bahía dejando atrás numerosos muertos y heridos. Otros treinta días de bombardeos a la ciudad mientras la fiebre amarilla, el escorbuto y la peste comienzan a hacer mella en los ingleses, que llegan a incendiar cinco barcos por falta de tripulación.

23102011481Vernon se retira a Jamaica, De Lezo muere consecuencia de una enfermedad contraída en la lucha y es enterrado en una tumba anónima y a su sepelio acuden cuatro gatos (por miedo al virrey, que se llevaba mal con De Lezo). Total, lo de siempre, olvidado por los propios y por los foráneos (que ya se encargaron de ocultar el hecho).

Hay tantas páginas dedicadas a este hecho que la figura de Blas de Lezo ya ha sido reiteradamente reivindicada. Por ejemplo: www.todoababor.es/articulos/defens_cartag.htm o en este vídeo de Youtube.

Los ataques se sucedían, por lo que se decidió tomar cartas en el asunto pero sólo cuando algo sucedía. La fortificación continuó viviendo en un estado un tanto dejado. El emplazamiento era impresionante pero los recursos muy reducidos, a lo que hay que añadir las deserciones por falta crónica de pagas o el deterioro en el tiempo de cañones y armas. Fue entonces cuando apareció otra de las figuras más importantes de la historia de Cartagena de Indias: Antonio de Arévalo.

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En 1762 vuelve a imponerse la amenaza de la guerra con Inglaterra por lo que es contratado el Ingeniero y matemático Antonio de Arévalo para reforzar las defensas de las colonias. Y fue él quien convirtió el Castillo de San Felipe de Barajas en una fortaleza casi inexpugnable. 23102011462Entre otras cosas, reforma la batería de San Lázaro y en 1763 construye nuevas baterías laterales llamadas la Redención, la Cruz, el Hornabeque, San Carlos y los Doce Apóstoles y Santa Bárbara, estas últimas intercomunicadas entre sí por galerías subterráneas terminadas en 1769.

Estas baterías facilitaban la presencia de hasta 63 cañones y quedaban protegidas por una muralla alta y una pendiente enorme, que complicaba el acceso a la misma. Pero nosotros nos atrevemos con ello y ascendemos por ella pasando por algunos matacanes desde los que tiraban a matar soldados guarecidos y por algunas puertas que más tarde nos facilitarán el acceso a las galerías subterráneas.

23102011470En lo alto, la bandera colombiana ondea ante el paisaje caribeño y nosotros recorremos las propuestas innovadoras defensivas de Arévalo, que trató de alejarse del tradicional concepto de baluarte defensivo y que llevó a cabo sin permiso, de forma libre y sin la supervisión de los ingenieros españoles que sobre él mandaban.

Está muy bien conservada la Batería de San Carlos y los Doce Apóstoles, en la que se ubicaban 13 cañones con nombres de cada uno de ellos y que estaban situados en pendiente, para ayudar a controlar la reculada de los cañones cuando disparaban. Desde el Tendal de Artillería (situado en otra Batería, la de la Cruz) se puede acceder a una de las galerías subterráneas, que no eran sino el último baluarte defensivo, la cuarta línea de combate de San Felipe en caso de caer frente a los atacantes.

2310201147523102011471El Plan estaba claro: si el castillo era conquistado por los ingleses, el castillo explotaría y se derrumbaría sobre sí mismo gracias a los cientos de toneles de pólvora que se escondían en estas galerías (y que, afortunadamente, nunca fueron utilizados). Éstos se situaban en ramales ciegos de las galerías, en las que también había sitio para el soldado defensor escondido que ataca al invasor incauto. En estos espacios se situaba en ocasiones una lámpara de aceite, para alumbrar la espera.

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Curiosamente, algunos de los mineros que excavaron estas galerías fueron traídos directamente de Almadén, que paraban aquí como escala obligatoria de camino a las minas de Nueva Granada. Además, estas galerías servían de contraminas de escucha, pues a través de ellas se podían tratar de localizar a los enemigos que se acercasen al castillo por debajo del mismo.

24102011486Hay dos galerías visitables, una de menor tamaño y otra, la enorme Galería Magistral (en la foto), que suele estar inundada por el nivel freático de Cartagena de Indias y que sólo se permite recorrer parcialmente. En ambos casos, hay zonas que no están dibujadas ni en los planos del Castillo.

Nuestra visita termina con tres puntos de interés. 23102011484El primero, un hospital para la tropa, un pequeño edificio en la batería de los Apóstoles en el que ahora se difunden vídeos divulgativos.

En segundo lugar, más alejada, la Batería de Santa Bárbara (foto de abajo a la derecha), un apéndice del castillo principal con siete cañones y que mira a uno de los lugares más típicos de Cartagena, el Cerro de la Popa. Por último, en la llamada Ruta de los Puentes que nos devuelve al punto de inicio, allá donde se ubicaban puentes de acceso a la fortificación, fácilmente sacrificables y reconstruibles, acá es donde nos cuentan el final del Castillo de San Felipe de Barajas.

DSC01420Todo comienza con la independencia. El llamado “Pacificador de los americanos”, Pablo Morillo, sitia la ciudad de Cartagena de Indias, la que primero se ha levantado contra el poder español.

DSC01418Y el sitio es terrible, más de 300 personas mueren al día en 1816 durante los enfrentamientos y el asedio.De los doce mil habitantes de la ciudad quedan atrás más de siete mil, una catástrofe que hace que Cartagena vuelva a ser española, por poco tiempo y con una consecuencia que no se vería hasta la actualidad.

La que luego sería denominada por Bolívar “La Heroica” queda fuera de las rutas de comercio de la época. El siglo XIX trae abandono, pobreza, miseria y cólera, ese mismo del amor en los tiempos del cólera de García Márquez, esa misma situación que aísla a Cartagena de Indias y la convierte en la maravilla que es en la actualidad.

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¿Y el Castillo? Pues el castillo sirve de cantera hasta 1928, momento en que la Sociedad de Mejoras Públicas de Cartagena restaura, durante muchos años, el emblema de otro tiempo, la mayor de las obras españolas en América, la herencia emocional y física de unos tiempos de carestía y de honor, de derrotas y éxitos, de unión e independencia.

Una historia común felizmente recuperada.

5 de febrero de 2012

11 cosas que hacer en Bath (y II)

Para conocer las tres primeras cosas (Abadía de Bath, Royal Crescent & The Circus o Sally Lunn’s House), ésta es la entrada anterior: http://isla-muir.blogspot.com/2012/01/11-cosas-que-hacer-en-bath-i.html.

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4. The Jane Austen Center

P1000718Jane Austen vivió en Bath y la ciudad vive ahora de ella. Entre 1801 y 1806 la familia Austen habitó varias casas en la ciudad (además de otras visitas puntuales fuera de este periodo), en especial una en Gay Street.

P1000719A la hora de habilitar una de esas casas como museo, los propietarios de la casa original, el nº 25, no estuvieron por la labor. Así que el llamado Jane Austen Center (www.janeausten.co.uk) se ubicó finalmente en el nº 40 de Gay Street, es una casa de fachada de caliza color miel que, como todas en la calle, fueron construidas entre 1735 y 1760 por los dos arquitectos más famosos de Bath, John Wood padre e hijo, los mismos que erigieron el cercano Circus y el Royal Crescent.

P1000674P1000672La calle Gay Street es un ejemplo perfecto de lo que es Bath, casas similares alineadas con un estilo georgiano que les concede un encanto especial. Sobre todo por que han logrado mantener a lo largo de los años este mismo aspecto. Entramos en el Jane Austen Center, donde nos recibe una enorme foto de Colin Firth como Lord Darcy, en la magnífica serie de la BBC basada en Orgullo y Prejuicio. P1000684No hemos tenido suerte: no estaba en la entrada el bigotudo actor caracterizado de personaje de novela que suele dar la bienvenida a los visitantes. En cambio tenemos un maniquí de mujer vestido a aquella usanza.

P1000680No nos engañemos: la visita del centro Jane Austen es un poco pobre, la verdad. Se limita a realizar un recorrido por la vida de la escritora mostrando pequeñas (pequeñísimas) ambientaciones sobre escenarios bien de las novelas (recordemos que en Bath escribió La Abadía de Northanger y Persuasión) o bien de la vida de Jane Austen.

P1000683Al principio un actor caracterizado (supongo que irá cambiando según el grupo) te cuenta la biografía de Jane Austen y de cada uno de sus hermanos y familiares, así como de los recorridos que realizó a lo largo de su joven vida (si tu inglés es razonable, creo que es la mejor parte de la visita) para después comenzar un recorrido circular en el que puedes observar copias de los únicos retratos que quedan de Jane, reconstrucciones con maniquíes y escenarios más pobres que espectaculares. P1000691Aún así, en algunos de ellos salta la sorpresa: en el escenario de The Circus se nos muestra en el uniforme original del Capitán Francis Austen, hermano de Jane y fechado en 1805.

Lo que trata la exposición es de situarte en la época en la que está viviendo Jane y en su propia vida (sobre todo durante su estancia en Bath). Recordemos que La Abadía de Northanger fue escrita en 1798-99 y que la mitad de la novela transcurre en Bath (si bien no fue publicada hasta la muerte de Jane en 1817). Por ello hay algunos paneles dedicados a la novela, como así mismo a alguna otra característica de otras novelas.

P1000695Destaca una pequeña recreación de una sala para jugar a las cartas (aprovechando una mención que respecto de ello hay en Orgullo y Prejuicio) y otra pequeñísima referente a la dedicatoria de Emma: Al Príncipe Regente.

Jane escribió Emma a lo largo de 1814, publicándose en Londres por su editor John Murray (el mismo que el de Charles Darwin, Charles Lyell o Sir Arthur Conan Doyle) en diciembre de 1815. En aquella época Jane ya comenzaba a estar enferma y cuando su hermano Henry (que ejercía labores de editor de su obra) pidió una segunda opinión sobre su estado, llamó al médico real, Dr. Braillie.Éste la comentó lo mucho que le gustaba al príncipe su obra y como tenía ejemplares de sus novelas en cada una de sus casas. Jane terminó conociendo a su bibliotecaria y dedicándole Emma.

P1000701P1000688Por lo demás, la exposición continúa haciendo un repaso de las diferentes casas que habitó Jane Austen en Bath (incluyendo copia de un anuncio original de búsqueda de hogar publicado en el Bath Chronicle el 7 de mayo de 1801 por el reverendo Austen) así como con detalles curiosos de la vida de la época. Todos aquellos que hemos leído las novelas o visto las películas recordamos la importancia que se le concede a las rentas de las familias.

Y por ello es más que agradecido el panel dedicado a las mismas. En él se explica con detalle la vida que se podría tener con 200 libras al año (como los padres de Jane Austen cuando se casaron), 500 al año (que te permitía hasta 3 criados pero no caballos ni carruajes), 2000 al año (como los Bennet o el Coronel Brandon de Sentido y Sensibilidad) hasta los más de 4000 de los Darcy o los Bingley.

P1000715Unos cuantos paneles más (por ejemplo,el dedicado a la propuesta de matrimonio que recibió Jane por parte de Harris Bigg-Wither, seis años menor que ella, en 1802 y que aceptó para renunciar a la mañana siguiente por no amarlo suficientemente), una tienda recreada, vestidos, referencias a otras casas de los Austen para finalizar con la sala dedicada a Persuasión (última obra de Jane) y a la inacabada The Watsons.

71OY97I05fLY además, la oportunidad de comprar algo en la encantadora tienda del Centro, donde uno se puede hacer por una libra con el facsímil de un gracioso libro que escribió una Jane Austen adolescente de 16 años en 1791 titulado “The History of England by a partial, prejudiced & ignorant Historian”, dedicada a su hermana mayor Cassandra y con el aviso de que incluye muy pocas fechas para recordar.

5. Siguiendo la pista a Jane Austen por Bath

P1000716Y es que Jane Austen debió ser un personaje fascinante. Y así lo hacen saber los guías de los Walking Tours del Bath de Jane Austen.

Estos guías te llevan por las casas en las que vivió, las calles por las que paseó o las tiendas donde compraba, siempre de acuerdo con sus novelas (sobre todo las escritas aquí) y sus cartas. Nosotros hicimos un recorrido propio, buscando algunas de esas casas así como otros aspectos un pelín más llamativos.

P1000951Empezamos por el nº 13 de Queen Street, donde los Austen pasaron 6 semanas de vacaciones en verano de 1799. Su hermana Cassandra se quedó con su padre en casa por lo que las cartas que les escribieron y que se conservan dicen mucho de la vida de la clase media burguesa de la época: pasear, ir al teatro, ir de compras…. Debió ser en aquella época un sitio de moda, moda que pasó ya en el siglo XIX.

En 1800 los padres de Jane decidieron dejar Hampshire, dejar el campo y venirse para la ciudad, como retiro. Las chicas no veían con buenos ojos dejar la rectoría donde vivían pero hubieron de irse con la familia a Bath, al nº 4 de Sydney Place, donde vivieron 3 años desde septiembre de 1801 (el anuncio mencionado anteriormente fue parte de la búsqueda de casa). Después de unas vacaciones en la costa, pasaron a vivir en la zona de GreenParks, si bien las casas donde habitaron fueron demolidas hace tiempo.

P1000946El Reverendo George Austen falleció allí el 21 de enero de 1805 por lo que la familia debió dejar la casa, cara, de Green Park. Uno de los objetivos de los aficionados a Jane Austen en su visita a Bath es, precisamente, buscar la tumba de George Austen. P1000945Tantos debieron buscarla que la Iglesia georgiana que la acogía, St Swithin (la iglesia parroquial de una de las calles más conocidas de Bath, Walcot Street) la expone en su exterior.

P1000654Aquí se casaron los padres de Jane Austen y aquí fue enterrado el reverendo en 1805. Su tumba se puede ver desde la reja exterior y muy cerca de la de la novelista Frances Burney (1752-1840). La familia se trasladó entonces al 25 de Gay Street por seis meses para marchar después, en 1806, a Southampton y, de nuevo, Hampshire.

Pero lo mejor es que en septiembre, momento en que visitamos la ciudad, se celebra uno de los Jane Austen Festival que hay a lo largo del año. Y por eso en la calle, en la tienda del Jane Austen Center, en el Pump Room e incluso en la estación del tren (como en la foto inicial) puedes encontrar a señoras recién salidas de la vida de la Catherine Morland de La Abadía de Northanger o de la de Anne Elliot de Persuasión.

6. Las Termas Romanas de Bath y el Pump Room

P1000651Acabo de mencionar el Pump Room (http://www.romanbaths.co.uk/pump_room.aspx). Se trata de, más que un local, de un icono de Bath. Está situado en una de las plazas más vivas de la ciudad. Se trata de Abbey Church Yard y en ella confluyen la Abadía de Bath (ver la parte I de esta entrada, aquí), los Baños Romanos (véase la entrada anterior, aquí) y el Pump Room. Y ambientación. Y restaurantes. Y tiendas. Y un montón de gente paseando mientras los mimos gesticulan, los músicos callejeros tocan y los espectáculos callejeros reúnen masas en su derredor.

P1000652El Pump Room se inauguró en 1795 y es un restaurante elegante donde tomar té, comer o probar unos bollos típicos de la ciudad mientras suena música en directo de fondo. Está justo al lado de las Termas Romanas, compartiendo ambos edificios una entrada que parece trasladarte a otra época.

“Supremo bien, el agua” dice una inscripción en griego en su portada y es que este salón se construyó al tiempo que se reconstruían los baños romanos de Aquae Sulis. En aquel momento, el siglo XVIII, las propiedades curativas de los manantiales de la ciudad estaban recuperando la fama que hacía casi 2000 años ya habían tenido. La Reina Ana los había alabado y un tal Richard “Beau” Nash indicó las normas de conducta, indumentaria y comportamiento que debían tener los visitantes. A él está dedicada una estatua en lo alto del muro del Pump Room.

P1000122Y respecto de las Termas Romanas… ¿qué decir de uno de los yacimientos reconstruidos más impresionantes que haya podido visitar?

Pues todo esto: http://isla-muir.blogspot.com/2012/01/las-termas-romanas-de-bath.html

7. Descubriendo Urano con William Herschel

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Éste es William Herschel y, a su lado, está su hermana Caroline, aprendiendo de él y comenzando a convertirse, como su hermano, en una eminente astrónoma (del vídeo que se ofrece en el Museo). P1000959Al lado le podemos ver mirando el cielo a través de un telescopio. Y es que aquí, en Bath, en el jardín trasero de su casa en King Street, los Herschel descubrieron el planeta Urano en 1781.

P1000967Y, entre otras muchas cosas, eso es lo que puedes aprender en el Museo William Herschel de Bath, en el 19 de New King Street (http://www.bath-preservation-trust.org.uk/?id=8). Herschel nació en Hannover, en Alemania y a los 18 años se trasladó a Bath para trabajar como músico. Durante su vida en Bath ejerció de músico, de profesor de música, de compositor… y de astrónomo.

P1000971Herschel consiguió, por primera vez en la Edad Moderna, identificar un planeta hasta entonces desconocido y se le considera el fundador de la teoría de la astronomía estelar, de la teoría de las nebulosas, teorizó sobre el desarrollo de las estrellas, catalogó estrellas binarias, descubrió la radiación infrarroja, utilizó por primera vez el término “asteroide” y aportó interesantes modificaciones a la telescopía del momento. De hecho, es bastante famoso su telescopio de 40 pies, el que durante medio siglo fue el más grande construido. En el museo se puede observar tanto una pequeña réplica del mismo como una foto de la época.

P1000985Mientras tanto, su hermana Caroline se convirtió en una conocida cazadora de cometas (descubrió hasta 8 cometas). Mientras ejercía de asistente de su hermano, comenzó a interesarse por la astronomía; William la enseñó matemáticas y otras disciplinas para que pudiera ayudarle.

P1000981Y de esto va la visita al museo, la tradicional casa restaurada que ofrece, en el piso de entrada, la recepción y el comedor restaurados y con muebles y vajillas de la época mientras que en el piso superior se muestran objetos de la vida de los hermanos, desde vestidos de la propia Caroline (qué bajita era) hasta pelo del propio William Herschel. En las paredes, cartas, retratos, ilustraciones de la época o partituras musicales.

P1000989Es particularmente llamativa la Sala de la Música, con instrumentos de la época y con alguna cosa curiosa, por ejemplo, el pasquín publicitario para uno de los conciertos del Mesías de Haendel que dirigió Herschel en Bath… sólo que en 1782 se le obligó a pedir disculpas públicas a través de un periódico local por un desastroso concierto en la cercana Bristol. En la pared cuelga un interesante grabado sobre los más famosos hombres de ciencia del siglo XIX en el que aparece, cómo no, William Herschel.

P1010005El piso de abajo, además de incluir la cocina y el baño (el antiguo adaptado para los visitantes actuales), recoge el lugar de trabajo en el que Herschel fabricaba sus telescopios.

El fracturado suelo de piedra del sótano mantiene el recuerdo de una escena mencionada en los diarios de Caroline, en la que tuvo lugar un accidente en 1781 del que Herschel salió vivo entre imprecaciones, vapores y un enorme calor.

P1010012Uno de esos telescopios fabricados por el propio Herschel es el que sirvió para avistar Urano desde el jardín georgiano de la parte de atrás de la casa. Sus descubrimientos llevaron a duplicar el hasta entonces conocido espacio del sistema solar y lo hizo gracias a frecuentes observaciones, a veladas en las que se invitaba incluso a la realeza cuando estaba de visita por Bath. De todo ello se da cumplida información en esta preciosa casa-museo.

8. Pulteney Bridge y Riverside Walk

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Pero si hay algo que merece la pena hacer en Bath es pasear y recrearse la vista en algunos paisajes urbanos realmente bonitos. De entre todos ellos destaca el Puente del Pulteney, a un lado y a otro del cauce del río Avon.

Todo comenzó en el siglo XVIII, cuando una tal Frances Pulteney heredó una gran finca al este de Bath. Su esposo planteó edificar allí un modelo de urbe neoclásica, al estilo de lo que John wood estaba construyendo en el resto de la ciudad, pero la guerra de la independencia americana y la confrontación con Francia hicieron que todo quedara en agua de borrajas… P1000871o no, pues dio tiempo a construir el Puente de Pultney, la calle Great Pultney Street y un parque por el que solía pasear Jane Austen.

El diseño del puente, finalizado en 1773, es de Robert Adams y está basado, como la mayor parte de la ciudad, en las ideas de Palladio. La verdad es que su visión frontal es espléndida (no tanto la trasera, que se puede ver desde Guildhall) y entretenido pasear por encima del puente.

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Se trata, en realidad, de una calle con algunas tiendas encantadoras y desde la cual, utilizando una escalera, se puede acceder al otro lado del río Avon, al Riverside Walk.

P1000866Desde este paseo se pueden ver los Parade Gardens (uno de los jardines más bonitos de la ciudad de Bath), la Abadía de Bath (véase la primera parte de esta entrada) y tomar algo en una terraza con vistas al río y a la antigua presa que se ubicaba aquí para mover los batanes que molían el maíz en molinos de ambas orillas.

P1000875El paseo por el Riverwalk es encantador y proporciona muchas posibilidades para realizar fotografías, ver pájaros y embarcaciones curiosas.

9. Buscar el buzón victoriano Penfold en Laura’s Place

P1000900La hija de Frances Pulteney se llamaba Henrietta Laura (futura condesa de Bath) y en su honor fueron nominados el Henrietta Park y Laura’s Place, justo al final de Pulteney Bridge.

P1000903En Laura’s Place, una bonita glorieta arbolada, comienza Great Pulteney Street, una amplísima avenida de edificios iguales de estilo georgiano. Es la más vívida postal de en lo que Bath quería convertirse, calles de estilo neoclásico,influenciadas por Palladio, y construidas en la caliza ya varias veces mencionada, de color crema y de bella factura.

P1000861Ésta era el eje principal del arquitecto que ideó la Bath este palladiana, Thomas Baldwin, y aquí centró todo su esfuerzo para promover la gran avenida que la ciudad necesitaba. Tanto es así que se convirtió en una zona de lujo residencial, donde habitaron desde Napoleón III a Luis XVIII de Francia.

Al principio de la Avenida, en Laura’s Place se puede observar uno de los ejemplares de buzón victoriano que aún se conservan en Bath. Se trata del buzón Penfold, denominado como su creador, John Wornham Penfold y uno de los diseños más conocidos de la iconografía inglesa (véase, postalheritage.wordpress.com/2009/07/24/john-wornham-penfold-and-his-pillar-box )

10. Holbourne Museum y Sidney Gardens

P1000904Al final de Great Pulteney Street se ubica el antiguo hotel Sydney que, en la actualidad alberga el Museo Holbourne (http://www.holburne.org/), un pequeño museo de arte que recoge la amplia colección del baronet Sir Thomas William Holburne (1793-1874), donada al pueblo de Bath por su hermana Mary Anne Barbara Hlbourne. Entre los objetos que se exponen destacan dos obras de Gainsborough, un Turner y un Brueghel.

P1000919Sin embargo, nuestra atención la retienen los Sydney Gardens. Se trata de unos jardines deliciosos que guardan algunas sorpresas.

En todos lados se comenta como a Jane Austen le encantaba este parque en el que, sin embargo, nunca habría podido ver la reproducción del Templo de Aquae Sulis que alberga (ya que se erigió en 1909 con motivo de una fiesta local) pero sí el canal Kenneth que da al río Avon, los bancos, las ardillas, los grandes árboles y un ambiente especial que nos recuerda tanto a la Bath de entonces como a la de ahora.

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11. De compras por Guildhall y la Calle Walcot

Como no podía ser de otra forma, uno de los placeres de Bath es ir de compras. Pero no sólo por la parte nueva (donde han recreado el ambiente del Bath del siglo XVIII en vez de hacer una aberración como en otras ciudades), sino por el casco antiguo.

P1000403Es bastante divertido caminar por Walcot Street y encontrar tiendas de lo más curiosas, algunas de artesanos (dando nombre al barrio) y otras llamativas: sombreros, decoración de jardinería en hierro y hasta la tienda de cómics de la ciudad, American Dream Comics (http://www.curiosity-shoppe.com/dream/) una tienda pequeña, pero bien abastecida. Ascender por la excéntrica calle Walcot (esa que los cartógrafos olvidaron incluir en el mapa de Bath) es casi una obligación.

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P1000735Como también lo es comprar en el Guildhall  Market alguna baratija. Nosotros mismos compramos un ejemplar de segunda mano de Tess of D’Urbervilles de Thomas Hardy, en un mercadillo atestado de gente y en el que destaca en su centro un pilar que da nombre a una popular expresión ingles: “pay on the nail”, pues en este pilar desde el siglo XVIII se viene pagando en mano lo que se compra.

P1000938Bath es una ciudad para pasear e ir de compras, para recorrer calles maravillosas llenas de gente, enfrentando los escaparates modernos con las pinturas ajadas de anuncios publicitarios de otras épocas, con el sabor de la época georgiana, con los ecos de los pasos de Jane Austen y de William Herschel por sus calles, con las voces apagadas de los romanos bañándose en unas termas que, finalmente y ya bajo los sajones, dieron su nombre a la ciudad.

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