15 de agosto de 2010

El Mar Muerto

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Hemos pasado unos días maravillosos recorriendo Jordania y Siria. Ambos países comparten no sólo un idioma común, una religión mayoritaria o la colaboración en iniciativas políticas de  beneficio mutuo (cuando no están enfrentados como todo en Oriente Medio, claro). También comparten un medio ambiente similar, desértico, desamparado, eso sí, con explosiones de vegetación y de vida en valles como los que hacen los míticos ríos Jordán o Éufrates.

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Pero además, ambos países cuentan con auténticos hitos, highlights que dirían en inglés, tanto de índole natural como arqueológica y cultural que hacen que su visita sea una delicia. Uno de esos puntos fuertes de ámbito medioambiental es uno de los lagos más salados del mundo, el Mar Muerto.

Si la concentración de sal en los océanos es de 35 gr/l, en el Mar Muerto esta cantidad se multiplica por diez, llegando a tener hasta 370 gramos por litro. Y eso se nota, no sólo en el sabor del agua (que es muy desagradable) sino también en la vida que este gran lago puede soportar: prácticamente ninguna.

Algunas bacterias y, posiblemente, alguna especie de Artemia, el crustáceo branquiópodo resistente a las aguas más salobres. Naturalmente, no son fácilmente detectables mientras que sí lo son los restos de fauna en sus orillas.

Entre los restos de sal precipitada que aparecen con llamativas formas allá donde las pequeñas olas del mar rompen aparecen de vez en cuando algunos restos de caracolas y moluscos varios. Puede que alguna raspa de pez. Evidentemente no proceden del mismo Mar, sino que son restos de la fauna dulceacuícola del cercano río Jordán, el único río que a día de hoy vierte sus aguas en el Mar Muerto.

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En el famoso mosaico de la cercana Madaba,el mapa más antiguo que se conserva de la región, los autores bizantinos ya dejaron patente la carencia de vida en el Mar Muerto cambiando el sentido de nado de los peces del río Jordán. A lo largo del río los peces nadan en la misma dirección que el río; al desembocar éste en el Mar Muerto, se dan la vuelta raudos para no perecer.

P1200887 El caso es que las sales cristalizan en las orillas del Mar Muerto dando lugar a curiosas formaciones denominadas Halites, rocas de sal, estructuras cristalinas que habitualmente encierran en su interior restos de materia orgánica así como de otros minerales, lo que les proporciona brillos y coloraciones diversas.

La afluencia constante de agua hipersalada en las orillas, más el efecto de la evaporación del agua, la lluvia puntual y las olas producen escenarios muy llamativos.

Incluso en el interior del propio Mar Muerto tienen cabida formaciones blanquecinas de sal cristalizada, dando lugar a imágenes muy llamativas.

De vez en cuando, habitualmente tras alguna lluvia torrencial, aparecen mareas rojas en el Mar Muerto, procedentes de la concentración de Halobacterium, una de las bacterias halófilas cuyos carotenoides proporcionan otra coloración diferente a este paisaje desolado.P1200888

La elevada concentración de sal tiene otra consecuencia evidente que hace famoso al Mar Muerto. Su alta salinidad le hace un treinta por ciento más denso que cualquier otra masa de agua. Consecuencia: el Mar Muerto es más denso que el agua que forma parte de nuestro cuerpo y por eso no es fácil sumergirse en él.

P1200847 De hecho, no te lo recomiendan. Existen algunos carteles de aviso en los que se indica claramente que no se debe bucear en el lago y que se deben proteger los ojos y la boca de los efectos del agua.

Por lo demás, nadar en el Mar Muerto es divertido. Sus aguas son cálidas, calientes (lo que no nos ayudó mucho mientras nos bañábamos a 45ºC en el exterior), es mejor entrar con calzado adecuado pues hay muchas piedras y, efectivamente, tener cuidado con el agua salada.

El efecto es inolvidable. Flotas sin problemas, pero no te puedes sumergir fácilmente. De hecho, cuando lo intentas notas claramente una fuerza que te eleva hacia el exterior provocando risas y algún quebradero de cabeza cuando sin pretenderlo te das la vuelta y terminas con la cara en el agua. Lo más sencillo es hacerte el muerto, nadar de espalda y relajarte.

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La calima evita que podamos ver el otro lado del Mar Muerto. Antaño, la navegación era habitual aquí pero ahora, con una propiedad compartida entre Jordania e Israel, ya no hay barcos recorriendo sus orillas.

Orillas que, además, tienen un aspecto desolado. De hecho, hasta hace bien poco formaban parte del propio Mar Muerto, que está sufriendo una reducción en sus dimensiones tremenda. Los seiscientos y pico kilómetros cuadrados que ocupa en la actualidad palidecen ante los más de mil de hace medio siglo. Y la cosa no va a mejorar. La apropiación de agua del Jordán por parte de los regantes es una de las razones más poderosas; la evaporación forzada del agua para la extracción de minerales, otra; el cambio climático influirá también.

De hecho, según http://sp.visitjordan.com/Default.aspx?tabid=67; “El nivel del agua del Mar Muerto está descendiendo a un ritmo de unos 30 cm por año. Está siendo desviada por Israel y Jordania para su uso en la industria y la agricultura, así como para el consumo doméstico. Los científicos prevén que el mar se podría secar en el año 2050.”.

P1200901 Por eso, en las orillas, la vegetación es rala, reducida. El suelo tiene que estar hipersalinizado y sólo unas pocas especies de plantas resisten esta situación.

En particular, los Tarays. En Oriente Medio se han hallado hasta 10 especies del género Tamarix, estos arbustos siempreverdes asociados a los cursos de agua y que toleran bastante bien la sal.

Las sales minerales del Mar Muerto han proporcionado dos industrias boyantes a la zona. La primera es la del turismo de salud: embadurnarse de barro puede ser muy beneficioso; los productos basados en las sales del Mar Muerto se venden en todos lados.

P1200905 La otra es la propia extracción de minerales, en la que el asfalto (el llamado Betún de Judea) es la estrella. El Mar Muerto también tiene el nombre de Lago Asfaltites, dado que desde la prehistoria se viene utilizando este material viscoso. Los sumerios lo utilizaban como cemento, los babilonios para calafatear sus barcos, los egipcios para el proceso de la momificación y los romanos como elemento impermeable. Los Nabateos lo extraían y comerciaban con él.

P1200835Con todo, he dejado para el final la característica más importante del Mar Muerto: es el lugar más bajo de la Tierra, está situado a 416 metros bajo el nivel del mar. El mar Muerto es encuentra ubicado en un punto sensible, el Valle del Rift, una gran depresión tectónica entre las placas africana y arábica. Cada año, el nivel del lago baja medio milímetro debido al movimiento de éstas (que,a su vez, separan ambas orillas). La profundidad del Mar Muerto puede llegar a superar los 400 metros¡

P1200902 Por eso, los elevados niveles de oxígeno, la alta presión atmosférica y la reducida radiación ultravioleta que proporciona esta bajísima altitud ayudan a considerar a la zona del Mar Muerto como de interés para la salud. Debe ser por eso que en su derredor se hermanan los complejos turísticos con las plantas extractivas, todo ello en un paisaje desértico que va a más pero que inunda la retina con imágenes asombrosas.

P1200859 Todo sea por disfrutar de un baño inolvidable en uno de los ambientes más curiosos de nuestro planeta. Y, si la sal es demasiado para nuestro cuerpo (no olvidemos que cualquier pequeña herida nos va a generar, como mínimo, un fuerte escozor), siempre podemos visitar alguno de los complejos turísticos de la zona, donde el azul de las piscinas nos ayudará a sobrellevar la sal y el calor.

Por ejemplo, en la Playa Turística de Ammán, que cuenta con vestuarios, bares y diferentes piscinas y en donde te puedes poner a pensar mientras descansas en el agua, no se, en dónde estarían situadas Sodoma, Gomorra y el resto de las ciudades mencionadas como cercanas al Mar Muerto en la Biblia. O en los Manuscritos famosos hallados en la orilla israelita. O simplemente en cómo sobrevivir a los 45ºC a la sombra y de lo asombroso que es sentirte sudar dentro del agua¡