2 de abril de 2010

Maravillas del Naturalis de Leiden

P1180913El Museo Nacional de Historia Natural de Holanda no está en Ámsterdam, sino en Leiden y se llama Naturalis (http://www.naturalis.nl/). Y como Leiden tiene otras tantas cosas maravillosas que conocer, nos cogimos un tren en Ámsterdam Centraal y en menos de una hora llegamos a Leiden. Si en vez de dirigirnos hacia el centro de la ciudad tomamos la dirección contraria, en poco tiempo llegas a la antigua Casa de la Peste (Pesthuis), sede de uno de los mejores museos que hemos visitado en estos últimos meses.

En 1635 la peste se llevó, sólo en Leiden, 15000 almas. En previsión de futuras epidemias se construyó en las afueras de la ciudad esta Casa de la Peste que, en verdad, nunca fue utilizada. Ni siquiera en la última gran plaga de 1661. A partir de se momento sirvió desde hospital hasta museo del ejército. Desde 1998 recoge una de las mejores colecciones del mundo de historia natural, pues aquellos holandeses que recorrieron el mundo en pos de negocio también trajeron variados tesoros de otra índole.

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Dos siglos de coleccionismo: 12 millones de objetos. Y dice mucho de las colecciones del Naturalis que cuenten con un número muy elevado de holotipos, es decir, de aquellos especímenes que sirven para definir una especie.

La historia del Naturalis se retrotrae hasta 1820, cuando lo creó el rey Guillermo I a partir de las numerosas piezas que formaban parte de los Gabinetes de Curiosidades que se asociaron tanto a los siglos XVII y XVIII. La intención de divertir del Museo se detectas enseguida. O si no, no se comprende la presencia de una familia de rinocerontes en el pasillo de acceso desde la antigua Casa de la Peste hasta la moderna Torre donde se exponen las maravillas del Naturalis.

P1180908 Como en todo museo que se precie, las colecciones están distribuidas de forma racional. Con nuestro gusto por la paleontología no extraña que nuestra elección inicial fue la Primeval Parade, el Desfile primitivo en el que se cuenta con fósiles asombrosos de dinosaurios, amonites, mamuts o pterodáctilos. Pero también con uno de los fósiles humanos más sobresalientes y conocidos de la historia de la paleoantropología: el llamado Hombre de Java. Dejemos que la wikipedia lo explique:

P1180915Entre 1891 y 1892 el médico anatomista holandés Eugène Dubois creyó encontrar el «eslabón perdido» hipotetizado por Charles Darwin al descubrir algunos dientes sueltos, una calota craneal y un fémur —muy similar al del hombre moderno— en las excavaciones paleontológicas que realizaba en el río Solo cerca de Trinil, en el interior de la isla de Java (Indonesia). Dubois publicó estos hallazgos con el nombre de Pithecanthropus erectus (hombre-mono erguido) en 1894, pero más conocido popularmente como "El Hombre de Java". En la década de 1930 el paleontólogo alemán von Koenigswald obtuvo nuevos fósiles, tanto de Trinil como de nuevas localidades como Sangiran. No será hasta 1940 cuando se atribuirán todos estos restos al género Homo (Homo erectus). Es decir, la posesión más valiosa del Naturalis es la calota craneal, el diente y el fémur del holotipo de Homo erectus, uno de los fósiles humanos más importantes del mundo, de hace un millón de años.

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Y justo al lado del Hombre de Java, la reconstrucción de un mamut a partir de los restos de seis ejemplares procedentes de los Países Bajos, un verdadero botín para los paleontólogos (si bien los colmillos vienen de un mamut siberiano).

Mamuts que recorrieron unos países bajos fríos y áridos, con estepas y praderas de las que alimentarse hasta que hace unos 6000 años se extinguieron. Mucho, muchísimo antes ya se habían extinguido los dinosaurios y otros antiguos reptiles que también dejaron su huella en el Naturalis de Leiden. Hay tres, en particular, que nos dejaron encantados.

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Arriba, a la izquierda, un absolutamente espectacular esqueleto de Coloborhynchus spielbergi virtualmente completo, un pterodáctilo de más de seis metros de envergadura que fue ofrecido en 1992 al Naturalis enterrado en un bloque de roca que felizmente aceptó cuando se lo ofrecieron. Y a la derecha, uno de los fósiles más famosos del Museo, el del Camarasaurus, de dieciocho metros de largo y más de 165 millones de años de antigüedad.P1180948El mismo museo admite cierta controversia al haber realizado el montaje del inmenso herbívoro de pie, como si estuviera comiendo hojas de árboles, algo que no está del todo aceptado de forma unánime.

Y el tercer gran fósil es este inmenso esqueleto de Mosasaurio, que sorprende por su realista reconstrucción. Y si viajamos mucho más atrás en el tiempo, nos encontraremos con fósiles de invertebrados y vertebrados primitivos realmente sorprendentes. Por ejemplo, estos ejemplos de Escorpión de Mar Eurypterus podolicus de hace 400 millones de años, este fenomenal Trilobites de ojos pedunculados de hace 250 millones de años hallado cerca de San Petersburgo (ojos terriblemente complejos), este enorme Ammonite de grandes proporciones, o el también sorprendentemente grande tronco de Equiseto de hace 260 millones de años.

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Pero no todo son fósiles en el Naturalis de Leiden, pisos más arriba está el llamado Teatro de la Naturaleza en el que los tradicionales animales naturalizados tratan de dar una idea de cómo son en la realidad del medio. La exposición es bastante ambiciosa, en particular lo que se refiere a aves y mamíferos.

P1180963Es curioso comprobar cómo, entre las aves que más destacan en la colección y que a su vez tratan de darle importancia en la guía del Museo está nuestro humilde Buitre Leonado. Nosotros disfrutamos buscando entre los ejemplares expuestos los alcatraces a los que vimos pescar en alta mar en el Cantábrico, a las Anhingas a las que vimos solearse en los ríos costarricenses… pero también a kiwis, cárabos lapones, casuarios, picotijeras, aves del paraíso, en fin está bien buscado el nombre de Teatro de la Naturaleza.

Entre las piezas que destaca el propio museo y que nos llamaron la atención está la gran esponja “Copa de Neptuno” traída por marineros holandeses desde Indonesia, el Cangrejo gigante japonés que vive a más de 300 metros de profundidad y que tiene patas de más de tres metros de largo, la araña gigante comedora de pájaros (la tarántula más grande que existe) o la hoja de Victoria amazonica cedida por el Botánico de Leiden, una hoja gargantuesca. Todos ellos unidos por un árbol de la vida que nace en la planta baja (donde el Desfile Primitivo) y crece hasta los pisos superiores, donde se encuentra el Teatro de la Naturaleza.

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Y además, tuvimos mucha suerte. La chica de la entrada, atenta y encantadora, nos hizo saber que se exponía temporalmente el cráneo del Hombre de Dmanisi. Se trata de una pieza que ha generado gran expectación, pues es mucho más antigua que cualquier otro fósil hallado fuera de África en la época en la que este Homo debió vivir. ¿Cómo unir en una misma teoría este cráneo de hace 1,8 millones de años con la habitualmente aceptada migración de hace 1 millón?

P1180976 Cedido temporalmente por el Museo Nacional de Georgia (donde está Dmanisi), el cráneo concierta un buen número de explicaciones respecto de su existencia. Un artículo de Jacinto Antón en El País, de 2002, lo explicó perfectamente: “En Dmanisi (República de Georgia), donde ya aparecieron en 1999 dos cráneos de 1,7 millones de años, se ha hallado ahora un tercero que confirma que es preciso reconsiderar la evolución humana, según aseguran sus descubridores. Aunque el cráneo encontrado ahora está datado en una fecha similar, presenta características más arcaicas, propias de los más viejos especímenes del género Homo (el Homo habilis), es decir los primeros antepasados directos de los actuales seres humanos. Se consideran los primeros fósiles de este tipo encontrados fuera de África.

P1180982Fósiles de este tipo, de aspecto tan antiguo, no se habían encontrado nunca fuera de África, lo que reafirma, tras el hallazgo de los dos primeros cráneos, la hipótesis de un foco de evolución del género Homo fuera del continente.  Los homínidos habrían salido de África unos 700.000 años antes de lo que se creía. Homínidos muy primitivos, con cerebros mucho más pequeños de lo que se creía necesario para emigrar a través del corredor levantino hacia Asia; seguramente, proponen los paleontólogos que trabajan en Dmanisi, eran los primeros homínidos conocidos, los H. habilis. A través de Palestina habrían llegado al Cáucaso y originado la población de Dmanisi. Es posible entonces que los antepasados del hombre, de 1,4 millones de años, hallados en Extremo Oriente (Java) procedieran de ese segundo foco de evolución euroasiático y no directamente de África.”

El artículo completo en: www.elpais.com/articulo/sociedad/GEORGIA/Hallado/Georgia/craneo/humano/arcaico/descubierto/fuera/Africa/elpepisoc/20020705elpepisoc_11/Tes/

La verdad es que salimos encantados del Naturalis de Leiden, con la percepción de haber visitado un museo didáctico, entretenido, encantador. Lástima que no me hiciera con el fósil de diente de Mamut que tenían a la venta, pero era demasiado dispendio y Leiden nos esperaba con los canales abiertos.