24 de marzo de 2009

La transformación del Barrio de Usera

18032009 De nuevo he contado con mi abuelo para que me escriba un texto, él ha elegido las modificaciones y cambios que ha sufrido el barrio madrileño en el que vive hace más de 50 años.

Corría el mes de enero del año 1951 cuando la empresa para la que trabajaba, RENFE, me destinó a la Estación de las Delicias. Por entonces parábamos en casa de una tía mía en la Calle Palos de Moguer y desde allí decidimos trasladarnos al barrio de Usera. Recuerdo con nitidez el día 13 de enero de ese año, cuando hicimos la mudanza de enseres de una casa a otra Utilizamos un carro pequeño y no lo hubiéramos podido hacer sin la ayuda de mi hermano y otros familiares, quienes empujaron el carro por la calle Marcelo Usera arriba durante más de una hora.

Aún rememoro la subida de la cuesta de la calle principal haciendo paradas numerosas para descansar hasta que por fin llegamos a nuestro destino. Una vez instalados en nuestro nuevo hogar, comenzamos a hacernos a la idea de vivir en el barrio de Usera, lo que en último caso nos ha llevado más de 58 años. Yo tenía entonces 29 años y mi querida esposa 28. Mi pequeña Mª del Carmen, 5 y Tomás, un niño de apenas 2 meses. Ahora cuento con 86 y mi intención es contar cómo ha ido cambiando el barrio desde entonces hasta ahora.

¿Qué cómo eran las calles y los aledaños que más próximos estaban a nuestra vivienda? Como no hacía mucho tiempo que la guerra había terminado y este barrio sufrió mucho en la contienda, se notaban las huellas de todo aquello, así como de sus consecuencias: las calles estaban sin asfaltar, con mucho barro y muchas deficiencias de servicios.

18032009(001) Nuestra casa constaba de dos habitaciones no demasiado espaciosas, una pequeña cocina, un reducido servicio y un comedor tampoco muy grande. Como era de alquiler, en aquel tiempo comenzamos pagando 300 pesetas al mes, lo que era bastante para nosotros en aquella época, pero por lo menos estábamos juntos.

Como digo, los servicios era n muy deficientes. Nuestra calle estaba sin urbanizar y para desplazarnos al centro sólo había un tranvía, el nº 37, que hacía el recorrido desde Atocha hasta este barrio. Tenía el final cerca de nuestra calle, en la esquina de Marcelo Usera 112. Existía un pequeño triángulo en el que el tranvía daba la vuelta para volver a Atocha.

Como era pequeño y no había otro transporte, casi siempre iba lleno. Y eso que entonces había pocos habitantes. Teníamos que apretarnos unos contra otros si queríamos viajar. Tardaba como unos 25 minutos en su recorrido y recuerdo que al pasar por el Puente de la Princesa había que tener mucho cuidado ya que en el centro del puente existían a modo de columnas de hierro muy bajas que soportaban el tendido eléctrico. El paso era complicado. Aún recuerdo el precio del billete: 15 céntimos.

Así estuvo como dos años hasta que se fue modernizando ya que además de prolongar el recorrido hasta el final de la calle, cambiaron los tranvías por otros modelos de más capacidad.

18032009(002) La calle principal estaba adoquinada y aunque era amplia hasta después de algunos años no la asfaltaron y las aceras estaban muy mal pavimentadas (claro que entonces se notaban las carencias de la posguerra).

Como no había servicios municipales, para darnos de alta en el padrón había que desplazarse andando al pueblo de Villaverde Bajo, pues por entonces Usera no era del todo Madrid, sino que pertenecía a este pueblo. En Usera sólo había una pequeña oficina de información municipal. Así estuvimos varios años, hasta que pasamos a depender del Ayuntamiento de Madrid.

Los servicios eran escasos, no teníamos casi tiendas de ultramarinos y había como un pequeño mercado en la acera opuesta, sobre el nº 128, hecho de tablas y hierros. Allí vendían los pescados, las carnes o las frutas. En fin, esto unido a que no disponíamos de otros medios nos obligaba a desplazarnos al centro si queríamos comprar otras cosas.Menos mal que nosotros teníamos el Economato de la Renfe en la Estación de Delicias, lo que solventaba parte del problema.

Respecto a colegios, de momento estaba el llamado Colegio Usera, precisamente en frente de la parada del tranvía. Este colegio tenía tres pisos y aquí inscribimos a nuestra pequeña Mª Carmen y, posteriormente, a Tomasillo (menos mal que era para niños y niñas). Con el tiempo hicieron otros colegios, sólo que privados. El Colegio Central, al final de la calle principal era el más conocido.

Pasados algunos años, allá por 1959, empezaron a construir la Colonia Moscardó. Además de las viviendas se abrieron más colegios públicos, con lo que se fue paliando la carencia educativa en el Barrio.

18032009(006) En cuanto a cines, sólo existía el Cine Usera, en la Calle Gabino Jimeno (conocida vulgarmente como la calle del cine). Aunque era pequeño, al menos había algo de distracción. Como no había televisión, cuando podíamos (no siempre) íbamos al cine. El precio era modesto, una entrada de anfiteatro costaba una peseta y las butacas, tres.

Como al principio las películas eran en blanco y negro, quiero recordar algunos títulos que pudimos disfrutar en el Cine Usera como “Morena Clara”, con Imperio Argentina, “El Relicario”, “Currito de la Cruz”, “Los Diez Mandamientos”… Pasado algún tiempo empezaron a proyectarlas en color y ya vimos varias películas de aquellos tiempos, más espectaculares si cabe.

Sobre el año 1960 empezaron a venir trabajadores de Andalucía, Extremadura o Castilla La Mancha y el barrio se fue poblando con más habitantes. La construcción de viviendas se fue intensificando y las calles adyacentes como Isabelita Usera, Rafaela Ibarra, Nicolas Usera y otras se fueron poblando con más habitantes. Se notaba el auge de aquella década que comenzaba: se abrieron numerosos pequeños comercios, había más vida en la calle.

La Plaza Elíptica, hasta entonces todo campo, comenzó a urbanizarse.

Por estos años se instaló aquí el Distrito Municipal (ya éramos Madrid); en Rafaela Ibarra se instaló una pequeña oficina del mismo. Hoy ya es un edificio moderno con su Junta Municipal, prestando un completo abanico de servicios.

En esos años, el tranvía 37 fue sustituido por el Trolebús, y como Marcelo Usera se amplió hasta la Plaza Elíptica, ampliaron la red de trolebús hasta ella, poniendo vehículos más modernos y de mayor capacidad: todo un revulsivo para el barrio.

Se construyeron más viviendas en Marcelo Usera, mejorándose también el pavimento, contribuyendo con ello a mejorar considerablemente el barrio.

18032009(007) Cuando se empezó a construir la Colonia Moscardó también se incluyó un campo de futbol en unos terrenos adyacentes. El actual estadio ocupa ese mismo terreno. El equipo, que tomó el nombre de Moscardó, se federó y empezó jugando en tercera regional, prosperando hasta subir a tercera división (en 1972 llegó incluso a segunda división). Hoy es un campo moderno y su equipo juega en tercera división.

Con el mismo dinamismo que comenzaba a implantarse en el barrio, se inauguraron tres cines más: el San Luis en la calle Amparo Usera, el Oporto en la Plaza Elíptica y el Niza en Marcelo Usera. En la Colonia Almendrales, en plena expansión, se inauguraron los cines Lux y Candilejas (también una Sala de Fiestas llamada Copacabana). Hoy no existe ninguno de ellos.

La Calle Marcelo Usera se fue modernizando: el trolebús desapareció, siendo sustituido por autobuses que llegaban a la Plaza Elíptica, primero, y hasta Carabanchel, después, cuando se terminó la Avda de Oporto.

Pronto hubo necesidad de reformar la calle principal para acoger a la circulación del tráfico. En 1964 se ensanchó, aceras incluidas (se hicieron más cómodas para los peatones). A todo esto, el metro se fue instalando en varios sitios de Madrid: en Usera también, el Ayuntamiento abrió una estación de Metro que resultó una solución adecuada para el transporte de los vecinos. Hoy es la forma más rápida para desplazarse al centro.

Por aquel tiempo se construyó el mercado municipal en la Calle Amparo Usera, próximo a Gabino Jimeno y la Calle de la Cuesta. Al principio, como todo, las instalaciones eran modestas, pero hoy en día se ha transformado y es un centro comercial moderno. La entrada de Metro está al lado, lo que le da más importancia.

Por cierto que durante parte de los años 60 estuve destinado en Barcelona pero no por eso dejamos la casa en que vivimos. Yo me pasaba periódicamente a dar una vuelta a la casa. Por esas fechas, el dueño de los pisos nos vendió a los inquilinos las viviendas. Como el precio era asequible, las compramos dadas las facilidades que nos pusieron.

Cada vez que veía notaba que la actividad iba en aumento: se notaba en el comercio, en los transportes, en la población del barrio que crecía gracias al gran número de personas que se acercaban a trabajar.

Los años 70 y 80 fueron decisivos para el Barrio, con nuevos equipamientos y servicios. Se empezaron a abrir algunas galerías comerciales e incluso un ambulatorio de la Seguridad Social.

Como hacía años que no se celebraban fiestas en el barrio, se decidió hacer fiestas en septiembre de 1984, instalando las atracciones cerca del Campo de fútbol, un acontecimiento muy popular que continúa celebrándose en el mismo mes y lugar hasta el día de hoy.

Al mismo tiempo, se pusieron árboles en las aceras de Marcelo Usera, se abrieron comercios, se levantaron más viviendas… los años 80 representaron un crecimiento enorme para el Barrio de Usera. Al final de la calle Rafaela Ibarra se hicieron unas zonas deportivas y se dotó de alumbrado moderno y potente, lo que dio más importancia a esta zona.

Así mismo, se abrió la primera sucursal bancaria en Marcelo Usera: el Banco Popular fue el responsable, pronto acompañado del Español de Crédito, el Central y el Banco de Bilbao. También en la Calle Gabino Jimeno abrió una sucursal la Caja de Madrid.

El Metro tuvo entonces que abrir otra entrada, la de Mirasierra, ya que como había crecido el número de habitantes, se consideró necesario.

La Plaza Elíptica ya contaba con una estructura moderna. A su alrededor se construyeron muchas viviendas y un gran parque: el Parque Sur, con un gran número de árboles y plantas. Las pocas bocas de riego iniciales se aumentaron mucho con la mayor demanda de usuarios, incluyendo más instalaciones: juegos infantiles, papeleras, asientos, etc. Hoy día, llamado Parque Emperatriz María de Austria, es uno de los Parques más importantes de Madrid. En su subsuelo, además, se ha construido un intercambiador de transportes moderno e intermodal.

Una fuente luminosa adorna el centro de la plaza y soporta mucho tráfico; en ella confluyen las calles Marcelo Usera, Avda Oporto, Antonio Leyva o Santa María de la Cabeza. La Plaza lleva el nombre de Fernández Ladreda, ministro de Obras Públicas con Franco. Se empezó a construir estando de alcalde el Conde de Mallalde.

También los autobuses aumentaron su recorrido. En Usera empezó a circular hasta Orcasitas los autobuses 60 y 81 que venían del centro y pasaban por Rafaela Ibarra. El servicio fue creciendo, incluyendo la línea 47 (y 247) que salía de Atocha hacía aquí.

También tuvo mucho eco en los 70 la inauguración del Hospital Primero de Octubre, dada la necesidad que se tenía de él. Hoy se le denomina Doce de Octubre y es el Hospital de referencia de la zona. Poco tiempo después se inauguró un ambulatorio en Orcasitas, lo que terminó de cubrir las necesidades sanitarias de la época.

Nuestra calle, Gabriel Usera, fue pavimentada en 1972, incluyendo nuevo alcantarillado, ensanche de aceras y renovación de alumbrado. Al final de la calle se hicieron nuevas casas, lo que dotó de una nueva fisionomía a la calle. Poco después se abrió, en una sola dirección, al tráfico rodado.

Hay que destacar que la Avda Santa María de la Cabeza, entonces deficiente y estrecha, con el tiempo se fue modernizando y se pobló de grandes edificios, ensanchándose por ambos lados. Se construyó cerca de la Plaza Elíptica la Iglesia de los Capuchinos por la dedicación a sus fundadores, los padres del mismo nombre. Es un edificio que destaca por su altura y popularidad en el barrio.

Bueno, estamos en 2009 y echando la vista atrás, hay que ver lo que ha cambiado el barrio con los nuevos tiempos y las renovadas generaciones, habiéndose transformado en uno de los distritos más populosos de Madrid.

En conjunto, nuevos edificios, instalaciones, parques, rápidos transportes… y aunque todo ello ha costado mucho, los sucesivos alcaldes que han regido la capital como así mismo los presidentes de distrito que han gestionado el barrio han aportado su esfuerzo para que hoy se vea lo fructífero de su desarrollo.

Parece increíble, pero yo que llegué aquí en el año 51 en las condiciones que describo, tan difíciles, hoy puedo decir en voz muy alta que se ha conseguido gracias al esfuerzo de sus habitantes y regidores, un hito histórico para esta Barriada.

24122006(011)Sirvan estas líneas para, además de recordar pasados tiempos, para reconocer los avances en todas las facetas que ha experimentado este importante núcleo de Madrid. Como vecino me siento orgulloso de llevar aquí más de 50 años y de ser una parte más de este Barrio.

¡Barrio de Usera, quien te vio entonces y quien te ve ahora¡ Tengo 86 años y aunque no nací en Madrid, me siento como un hijo predilecto de este Barrio, pues aquí he criado a mis hijos, he visto crecer a mis nietos y aquí ha transcurrido lo más dorado de mi existencia.

21 de marzo de 2009

Irás a Dagobah (o no)

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Ni a Dagobah ni a Bespin, ya puestos. Pero sí a Tantooine, a Hoth, a la Luna de Endor o a la mismísma Estrella de la Muerte.

Sólo le puedo poner dos peros a la impresionante exposición que sobre Star Wars se puede disfrutar en el Canal de Isabel II: no está todo lo presente que a muchos nos gustaría la trilogía original (por eso faltan escenarios como los comentados) y que en muchas ocasiones se limita a contar bien la historia de las películas o de los personajes pero no la historia detrás de las películas o de los personajes.

La entrada no puede ser más emocionante para el aficionado, un pasillo de acceso sacado de cualquier nave imperial deja ver las relucientes figuras de los dos androides más conocidos de la historia del cine. Allí están C-3PO y R2-D2 dando la bienvenida a los visitantes. DSCN0652Todo hijo de vecino se quiere hacer una foto con ellos, natural (si, bueno, yo también). El que dejen hacer libremente fotografías es uno de los puntos fuertes de Star Wars The Exhibition.

Hacia el fondo destacan los modelos de naves de la precuela, especialmente de las vainas del joven Anakin Skywalker, con las que compitió en aquel planeta de la galaxia lejana, muy lejana en la que suceden sus aventuras.

Precisamente de ambos personajes se cuenta un poco de lo que hay detrás de la ficción, son casi de los únicos. De C3-PO se comenta la dificultad de Anthony Daniels para representar el personaje, siendo guiado por una persona dada la carestía de movilidad que le daba el disfraz o el diseño inicial de Ralph McQuarrie (creador, también de Darth Vader) basado en el robot de Metrópolis, la obra maestra de Frtiz Lang de 1927.

DSCN0664De R2-D2 se destaca el origen de su nombre, procedente de la combinación de los conceptos Cinta 2 (REEL 2), Diálogo 2 (DIALOGUE 2), pronunciación que agradó a George Lucas, el creador de la saga galáctica.

Entre los objetos que más llaman la atención de la trilogía original destacan, sin lugar a dudas, los story boards y los prediseños de personajes, muchos de ellos originales. El despertar de Han Solo de la Carbonita y la muerte del Emperador en "El Retorno del Jedi" o las primeras palabras de Luke con Yoda en su pequeño habitáculo de Dagobah y el aviso de Obi Wan que da nombre a esta entrada de "El Imperio contraataca" son las que más me sorprendieron entre los storyboards.DSCN0686 DSCN0709

Entre los diseños, desde luego el de los AT-AT, el del propio Darth Vader o el de los habitantes del planeta helado Hoth... No puedo evitarlo, "El Imperio contraataca" es mi película favorita de toda la saga, la primera que fui a ver al cine y esas cosas no se olvidan.

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Pero no sólo hay dibujos y diseños, la exposición está repleta de reproducciones de escenas a pequeña escala, figuras de personajes, propuestas de diseño en tres dimensiones de posibles variaciones de personajes (las de el monstruoso Jabba the Hutt son muy curiosas) amén de naves en pequeño y gran tamaño, de numerosos paneles informativos y de piezas reales sacadas de las películas.

Como la exposición está dividida en escenarios que simulan cada uno de los planetas principales de la saga (con preponderancia de las precuelas, como ya se ha dicho), dichas figuras aparecen asociadas al ámbito particular al que pertenecen. Entre ellas me quedo con:

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La máscara de Darth Vader / Anakin Skywalker, en uno de los momentos fundamentales de la saga, la muerte del antiguo Jedi para salvar la vida de su hijo. El personaje de Darth Vader fue creado en 1975 por George Lucas quien se vio ayudado por Ralph McQuarrie en el diseño y por diversas personas de atrezzo, quienes le proporcionaron el hábito de monje, la máscara de gas, el casco alemán de la segunda guerra mundial...

Lucas quiso que Orson Welles le pusiera voz, pero ésta era demasiado conocida debido a su Guerra de los Mundos. Al final fue James Earl Jones quien dio la voz al villano finalmente redimido, aunque el experto en efecto de sonido, Ben Burtt, fue quien respiró a través de un regulador de buceo, una respiración que ha pasado a la historia del cine.

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Algunos habitantes de la galaxia... de nuevo centrado en "El Imperio contraataca" me encantó ver cómo el gusano del asteroide o el salvaje wampa de Hoth, cazador de los tauntaun en los que se desplazan los rebeldes que huyen del Imperio. Ewoks, wookies (curioso, wokkie al revés es casi ewok, decisión tomada por Lucas al inventar a los ositos primitivos para acabar con el Imperio en el Episodio VI, los wookies, elección inicial, eran expertos en tecnología, como había demostrado Chewbacca), y un buen número de razas aparecen entre las figuras de la exposición: el inmenso Rancor de Tantooine, el músico Max Rebo, el fan-favourite Jabba The Hutt, en fin, toda una amplia gama de especies que se dan cita en los diferentes escenarios con los que cuenta Star Wars The Exhibition.

Y algunas naves de la historia...

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Ya comenté antes la presencia de una inmensa vaina en el centro de la exposición. A esta se le une la versión inicial del x-wing de Obi Wan Kenobi del Episodio II y un caza Naboo en el exterior. Una motojet salida del bosque de la luna de Endor atrae las miradas en la zona dedicada al planeta donde finaliza la saga. A la exposición le falta un pelín de espectacularidad, pocas naves para lo que podía haber.

Y de fondo, la música de John Williams. Precisamente los temas que siempre han sido mis favoritos, los títulos de crédito finales de "El Imperio contraataca" o los temas de amor y de batalla de los episodios I y II, creando una atmósfera única.

Un buen número de paneles proporciona información sobre las especies, los protagonistas, los planetas y la galaxia donde se ubican así como sobre la propia historia de La Guerra de las Galaxias, dejando espacio para las grandes estrellas de la exposición:

El atrezzo oficial de las películas

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El vestido de gala de la Reina Amidala mira de frente a la vestimenta clásica jedi, al uniforme oficial de un soldado clon, de un oficial imperial o del mismo Chewbacca, tanto la versión de la trilogía original como la de un soldado wookie del Episodio III.

En este caso no hay tanta presencia de las precuelas y muchas veces éstas son casi necesarias, como en el caso de los uniformes de Jango Fett y de su hijo, Bobba Fett, el cazarrecompensas más famoso de toda la saga. Ambo terminaron un poco mal, no así su equipación, que ahora maravilla a los visitantes de la exposición.

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Pero como en todo, lo que más me emocionó fue el uniforme de Lando Calrrisian cuando está infiltrado en el Palacio de Jabba, como así aparece la Princesa Leia bien de cazarrecompensas simulado (Boussh) o como bailarina, aquella que con su fuerza y decisión acabó con la vida de Jabba the Hutt y marcó a toda una generación.

DSCN0662 Y tanto que la debió marcar: el éxito de la exposición ha llevado al Canal de Isabel II a prorrogarlo un mes más.

Lo que sucedió en aquella galaxia lejana, muy lejana no sólo sigue interesando a la gente: se ha convertido en un hito más del siglo XX. Y entra en el XXI con igual fuerza. Es leyenda que perdurará a través de los tiempos, seguro. Quien se lo iba a decir a George Lucas en 1977, cuando los productores le impidieron comenzar su película con un innovador "Episodio IV: Una nueva esperanza".

12 de marzo de 2009

La Casa de Colón (la de Las Palmas)

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Finales del siglo XV. Cristóbal Colón, mantiene una opinión que no coincide con la de muchos de sus coetáneos: la Tierra es esférica. No está sólo. Antiguos sabios como Aristóteles, Plinio o Averroes también lo propusieron en su momento. Pero Colón tiene algo de lo que aquellos carecían para demostrarlo: puede hacerlo empíricamente.

Navegante avezado, decide emprender viaje hacia occidente, hacía las Indias, donde le esperan riquezas sin igual, especias, oro. Se apoya en su experiencia, pero también en ciertos indicios que son llamativos: el piloto Martín Vicente le cuenta que encontró un madero labrado a más de 450 millas del Cabo de San Vicente; los habitantes de las Azores le comentan que cuando sopla viento de Poniente arriban a sus playas troncos de pinos de especies no conocidas en las islas ni en el continente, a veces aparecen incluso cadáveres…

Son anécdotas, pero ayudan a configurar la mente del Almirante. Colón tiene experiencia en la navegación comercial, sobre todo en el Mediterráneo. En 1476 está en Portugal, cumpliendo órdenes de la Corona, y navegando por el Atlántico en numerosas rutas entre Islandia y Guinea. Conoce y sabe lo que se hace. Y trata de llegar a más.

En Sevilla, en el Archivo de Indias, se guarda un ejemplar del Libro de las Maravillas del Mundo de Marco Polo con apostillas de Cristóbal Colón. El resto de la historia es suficientemente conocido. Los viajes de Colón, en particular el primero, significaron un hito histórico en su época y un momento clave en la historia de la sociedad occidental.

15122008(005) Existen muchos lugares que celebran de una u otra forma la relación de Colón con ellos. Últimamente he visitado varias Casas de Colón, pero la que más me ha llamado la atención es la Casa de Colón de Las Palmas de Gran Canaria.

En 1478, Juan Rejón, conquistador de la Isla de Gran Canaria, funda el Real de Las Palmas, núcleo originario de la ciudad. Entre los edificios representativos de los poderes sociales construidos al efecto se encontraba la Casa del Gobernador, por la que probablemente pasó Cristóbal Colón en 1492 de camino a las Indias.

Colón pasó por Gran Canaria en tres de sus cuatro viajes, por lo que la probabilidad de que se pasara por la Casa del Gobernador en alguno de ellos es elevada. Lo que son las cosas, la visita puntual de un navegante en el siglo XV a la Casa del más poderoso regente de la isla, el Gobernador, termina dándole nombre al edificio varios siglos después.

las palmas 045Hoy en día, éste edificio forma parte del conjunto arquitectónico de la Casa de Colón, una vez restaurado y rehabilitado por el Cabildo y está dedicado a narrar la aventura (sí, aventura) que vivieron los hombres de Colón en aquel primer viaje de 1492, a informar sobre lo que sucedió en el resto de singladuras y a ubicar histórica y socialmente la intervención de Las Palmas de Gran Canaria en todo ello.

La Casa de Colón cuenta con una escenografía interesante y encantadora. Un gran patio facilita el acceso a cada sala, fresco y confortable, con pozo con brocal gótico, fuentes, palmeras y una arquería renacentista preciosa, procedente de un Convento desaparecido, el de Santo Domingo, destruido por el ataque del corsario holandés Pieter van der Does en 1599. las palmas 047Es pequeño, pero sorprendente: al fin y al cabo cada una de sus paredes está cubierta por pinturas referentes a los viajes colombinos.

A su alrededor se abren salas en las que se descubren detalles sobre los viajes y sobre el Descubrimiento. Especialmente impactante es la recreación del interior de La Niña, una de las carabelas míticas que llevó a Colón y sus hombres a las Indias. La Cámara del Almirante aguarda al visitante escondiendo sorpresas: algunos del os objetos mostrados entre las cuadernas de madera fielmente reproducidas son originales, en particular ánforas y crucifijos que decorarían el despacho de Colón en su viaje.

las palmas 051 La Niña fue uno de los barcos favoritos del Almirante. Después de la destrucción de la Santa María, La Niña se convirtió en la Nave Almirante. Y lo seguiría siendo en el segundo viaje. Un barco de 4 palos, casco ligero, alargado… que precisamente en su escala en Canarias cambió las tradicionales velas latinas de la época por velas redondas para una mejor navegación.

Su nombre, por cierto, viene de su constructor, Juan Niño, quien la construyó en Moguer poco antes del inicio de la primera singladura. En 1501 se pierde la pista de esta nave, convertida en un hito de la historia contemporánea.

Insignias, Cartas Naúticas, instrumentos de navegación, modelos de las carabelas, mapas con las rutas… de todo hay en esta Casa de Colón, punto de visita obligada en Las Palmas de Gran Canaria. Recorriendo sus salas no me pude sustraer al encanto de apuntar el listado de artículos que fueron cargados en las carabelas de Colón semanas antes de partir, en agosto de 1492, al viaje que cambiaría la historia del mundo:

15122008(006)· Tablas, perchas, pernos, clavos.

· Herramientas de carpintería, caballería y herrería.

· Alquitrán, brea, aceite de ballena, sebo y azufre.

· Paños de vela, cuero, hilo, cera, cabos, cuadernales, motones, vigotas.

· Anclas, cables de ancla, bogarines, banderas, gallardetes.

· Lombardas, falconetes, arcabuces.

· Pólvora, balas de piedra, pedazos de metal.

· Ballestas, saetas, capacetes, escudos, espadas, lanzas.

· Bizcochos, alubias, guisantes.

· Vino, vinagre, aceite de oliva, miel, jarabe, agua.

· Pescado salado, carne salada, cerdo salado.

· Cerdos, gallinas.

· Sal, harina, arroz, queso, almendras, medicinas.

· Calderos de cobre, cuchillos, cucharones, vasos.

· Eslabones, pedernal, yesca, fanales, leña.

· Bicheros, escobas, petates, canastos, anzuelos, redes, arpones, plomos.

· Cuadernos y libros de cuentas.

· Almanaques, tablas y diarios de navegación.

· Plumas de ave, tinta, sellos de cera, cartas, papel secante.

· Imanes de piedras de color, agujas de mareas.

· Ampolletas de media hora, compases de punta, reglas, astrolabio, cuadrante, escandallo y sondaleza.

4 viajes que acabaron con los ideales del Almirante cuando la Corona decidió prescindir de sus servicios dadas las quejas recibidas de los colonos que habitaron con él las primeras, ahora sí, tierras descubiertas del nuevo continente. Precisamente, hace poco se ha hallado una de las pocas copias que se guarda con las declaraciones de los testigos del juicio del Almirante, aquel que le redujo cargos y honores y que le impidió volver a pisar la isla de La Española.

Pero que no le prohibió volver a navegar por las costas de América, un logro que nadie pudo quitarle, ni siquiera él mismo con su inadecuada forma de gobernar.

las palmas 050 El paso de Colón por Canarias no fue un hecho fortuito. Las islas están situadas en una posición que facilita la navegación hacia el occidente gracias a los vientos alisios y a las corrientes marinas. Todas las expediciones que se embarcaban hacia América, recalaban en el archipiélago para avituallarse lo que en el futuro se convertiría en un flujo constante social, cultural y económico entre las Islas Canarias y el Nuevo Mundo.

La Casa de Colón fue testigo de todo ello y ahora lo expone para quienes estén interesados en conocerlo.